"... A Dios gracias no hubo mayor incidente. Lo que si lamento es que los noté muy lejanos y debe ser porque cuando los veo cometer algo indebido, termino llevándolos a la psicóloga del plantel para que los evalúe y les haga firmar los respectivos compromisos de mejora en sus actitudes; prefiero hacer esto antes que llevarlos a O.B.E. o a la Dirección, quienes de seguro terminarían expulsándolos o suspendiéndolos Yo no quiero que se vayan, quiero que sean atendidos.
Soy profesor y en este sentido soy autoridad frente a ellos. Por lo mismo no puedo callar ante sus actos de indisciplina en el paradero y debo comunicarlo. En realidad me siento entre la espada y la pared, ya que por un lado deseo compartir con ellos su realidad, pero por otra parte me siento llamado a denunciar los malos actos que cometen pues si no lo hago sería cómplice de los mismos. En todo caso deseo obtener el equilibrio adecuado. Les hablo afuera y dentro del plantel pues deseo lo mejor para ellos.
Mi buen Jesús te ofrezco el estiércol de mi vida para que sea mezclado con la buena tierra de sus vidas, tierra joven y llena de esperanza, aunque ni siquiera ellos mismos se dan cuenta de eso. Quiero darte todo mi tiempo, toda mi vida para servirte en estos tus pequeños hermanos. Toma posesión de todo mi ser para que te sirva con la mayor perfección posible. Que ninguno de ellos se pierda mi Maestro, mi Dios y Señor."
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