Hoy celebramos la fiesta de la Sagrada Familia, se le llama así porque es la familia formada por José, María y Jesús (los pongo en un orden tradicional y al modo secular), que son las personas más santas de la humanidad.
Esto de "santas" lo digo en el pleno sentido de las palabra y abarcando un aspecto que muchas veces dejamos de lado por priorizarlos como modelos de "santidad familiar" que lo son. Me refiero a que ellos formaron una familia SANA, vale decir equilibrada emocionalmente, como muy pocas familias hoy lo son. Esto es sumamente doloroso, pero es una realidad que tenemos que aceptar. Podemos afirmar que un alto porcentaje de personas (varones y mujeres) que han delinquido o integran pandillas provienen de familias "enfermas" emocionalmente, de ahí que es sumamente importante que nuestras opciones pastorales busquen "sanar" esta carencia; esto se hace mas necesario al constatar que en la gran mayoría de familias falta la presencia de papá o mamá.
Vengo laborando pastoralmente en el penal de Lurigancho en un Taller de Conciencia y Sanación Emocional y he visto cómo en el origen de una vida delictiva se encuentra la falta de amor de papá o mamá que dejan una infancia y niñez herida que contamina la vida del joven y del adulto. Lo mismo he constatado en los Talleres que dirijo en el colegio.
Por eso hoy vamos a invocar a Jesús, María y José (esta es la manera tradicional en que se los nombra en la Iglesia) para que intercedan por las familias del mundo entero, especialmente por aquellas que están muy heridas y enfermas, para que sanen y en ese proceso de sanar acerquen la redención a todos sus miembros. Pido especialmente por mi familia que no anda tan bien (debo confesar que muy poco hago por ella) y por las familias de todos mis hermanos internos de las cárceles del mundo (en especial del penal de Lurigancho) y por las familias de los adolescentes y jóvenes que viven inmersos en las pandillas; que sean sanas y desde ellas se construya el Reino de Dios, que es nuestra gran familia.
Y hablando de familia, me voy a ayudar a mamá en la cocina. Creo que esa fue la vida de Nazaret, de una simplicidad tan grande. Si ellos son santos, lo son desde lo cotidiano, desde lo "normal". Dios bendiga a nuestras familias, estructuradas como estén, al fin y acabo son nuestras familias.
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