El Taller empieza con un momento de relajación que se hace para poner el cuerpo en consonancia con el espíritu. Se pide a los participantes que se sienten con la espalda pegada al respaldar de la silla, los pies sobre el suelo, las manos sobre las piernas y los ojos cerrados. Se pone una suave música de fondo y se dirige la relajación para eliminar la tensión del cuerpo. En la foto de arriba aparecen Christian Victorio (B - 6) y Tom Velasquez (D - 1) en plena relajación.
Los mismos alumnos saliendo del momento de relajación que por lo general dura cerca de 10 minutos
Estamos en una de las aulas del colegio (B - 1) ya que no contamos con un salón específico donde desarrollar el Taller. En la foto está Gerson Rato Cancino (B - 6) y Yonatan Sánchez (B - 6)
En esta foto aparece Gerson Ratto recibiendo su certificado de participación en el Taller; se lo entrega la Sra. Subdirectora Judith Mery Aponte. Gerson fue el alumno que tuvo más asistencia (18 de 19 sesiones)
La alumna Fiama Alvarado (D - 1) recibiendo su certificado de participación en el Taller de manos de la Profesora Teresa Rivera Quispe. Fiama asistió a 15 de las 19 sesiones.
Christian Victorio (B - 6) recibiendo su certificado de participación en el Taller de manos de la Profesor Rosa Gomez y López.
Pedro García (B - 6) recibiendo su certificado de participación en el Taller del Profesor Roel Rodriguez.
Cinco de los siete Talleristas participaron en la clausura del II Taller de Conciencia y Sanación Emocional (22 - 12 -2010). Faltaron los alumnos Yonatan Sánchez (B - 6) y Marcela Avila (D - 2).
Me uní a los Talleristas en esta foto. Para mi este II Taller a sido una experiencia muy rica ya que me ha permitido conocer más mi interior y el de los demás. Estoy convencido de que este Taller puede ser un instrumento de cambio para nuestros alumnos, algunos de ellos (no necesariamente los aquí presentes) inmersos en conductas de alto riesgo. Urge que las autoridades y demás miembros de la Institución educativa se involucren en experiencias como estas. Creo que es más cercano a nuestra noble profesión de "educadores" el buscar reeducar a jóvenes con problemas conductuales, que el cerrarles las puertas de nuestra comunidad educativa.
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