"Hay muchas técnicas de respiración que pueden ayudarte a vivir más intensamente y más
contento. El primer ejercicio es muy
sencillo. Mientras inhalas te dices “al
inhalar, sé que estoy inhalando”. Luego
exhalas y te dices “al exhalar, sé que estoy exhalando”. Nada más.
Reconoces que la inhalación es una inhalación y que la exhalación es una
exhalación. Ni siquiera tienes que
repetir toda la frase; basta con decir “inhalando” y “exhalando”. Esta técnica te puede ayudar a concéntrate en
la respiración. A medida que practicas,
tu respiración se va calmando y se dulcifica, lo mismo pasa con tu mente y tu
cuerpo. No es un ejercicio difícil. Basta un par de minutos para que
empieces sentir los efectos de la
meditación.
La inhalación y la exhalación son muy importantes y
muy agradables también. La respiración
conecta el cuerpo y la mente. A veces,
la mente está distraída en cualquier cosa, mientras el cuerpo hace otra;
nuestra mente y nuestro cuerpo no están en armonía. Al concentrarnos en la respiración, en la
inhalación y exhalación, reconectamos el cuerpo con la mente y recuperamos la
plenitud. La respiración consciente es
un puente importante.
Para mí, la respiración es una alegría de la que no
puedo prescindir. Todos los días
practico la respiración consciente en mi pequeña sala de meditación en la que
tengo pegada esta frase caligrafiada: “¡RESPIRA, ESTÁS VIVO!”. Basta con respirar y sonreír para hacernos
muy felices, porque cuando respiramos conscientemente recuperamos la plenitud y
nos conectamos totalmente con la vida en el momento presente.
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