En nuestra sociedad
tan ocupada, es una gran fortuna respirar conscientemente de vez en cuando. Podemos practicar la respiración consciente no
sólo sentados en una sala de meditación, sino también mientras trabajamos en la
oficina o en la casa, mientras vamos manejando o en el bus, en cualquier
momento del día.
Hay muchos ejercicios
que podemos hacer que nos ayudan a
respirar conscientemente. Fuera
de ese sencillo ejercicio, en que repetimos “inhalación” y “exhalación”,
podemos repetir mentalmente este poema mientras inhalamos y exhalamos:
Al inhalar, relajo el cuerpo.
Al exhalar, sonrío.
Habitando el momento presente
Sé que es un momento maravilloso.
“Al inhalar, relajo el cuerpo”, repetir este verso es como tomar un
vaso de limonada fresca cuando hace calor, uno siente la frescura en todo el
cuerpo. Cuando inhalo y repito este
verso, siento que la respiración relaja mi mente y mi cuerpo.
“¡Al exhalar, sonrío!”. Sabes
que una sola sonrisa puede relajar cientos de músculos de la cara. Llevar una sonrisa en la cara es una señal de
que eres dueño de ti mismo.
“Habitando el momento presente…”.
Estoy sentado y no pienso en nada más.
Estoy sentado y sé exactamente dónde estoy.
“Sé que es un momento maravilloso”.
Qué alegría estar sentados, derechos y cómodos, y reconectarnos con la
respiración, con la sonrisa, con nuestra auténtica naturaleza. Nuestra cita con la vida es en el momento
presente. Si no tenemos paz y alegría
ahora, ¿cuándo vamos a tenerlas? ¿Mañana? ¿Pasado mañana? ¿Qué nos impide estar
felices en este momento? Mientras le
prestamos atención a la respiración, podemos repetir “relajándome, sonriendo,
momento presente, momento maravilloso”.
Este ejercicio no
sólo es para principiantes. Muchos de
los que practicamos meditación y respiración consciente hace cuarenta o
cincuenta años seguimos meditando igual, porque este tipo de ejercicio es muy
importante y sencillo.
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