martes, 29 de mayo de 2012

APOYANDO EL TALLER DE SANACIÓN Y VISITANDO LA LATA 29-05-12

Jesús acoge a todos



        Hoy fui nuevamente al Penal a apoyar, como animador, en el Taller de Conciencia y Sanación Emocional.  Pasé un buen momento con mi Grupo, el Grupo 3 que hoy se unió al Grupo 6.  

        Ciertamente yo aprendo mucho del testimonio de mis hermanos, me siento fortalecido por sus vidas que se entregan al cambio, cosa que muchas veces, a los que estamos en la calle, nos es difícil vivir. 
        Hoy nos tocó hablar del AUTOPERDÓN, el cual es necesario asumir para continuar con un proceso de auténtica sanación. El auto perdón comprende el reconocer que hicimos mal, aceptar la responsabilidad por lo hecho, pedir perdón a los afectados, sentir compasión por uno mismo y reparar el daño hecho.  Pasos sumamente difíciles, sobre todo si se ha vivido en un ambiente sin valores.
        Después fuimos a la Lata con la Hna. María y un Colaborador para invitar a los recién llegados a los Talleres diversos que se dan en Capellanía a fin de que, mientras estén en el Penal, puedan ocupar sanamente su tiempo. 
        Lo cierto es que cuando entramos a la lata, de inmediato, de entre los cerca de 27 detenidos que habían, uno se me acercó y me dijo "Profe se acuerda de mi...", y vi un jovencito (no creo que tenga más de 25 años) con un rostro entre asustado e inocente que de alguna manera se alegraba de verme, o al menos se sentía de alguna manera en cierta confianza mezclada con esperanza.  Lamentablemente no lo recordaba, pero de inmediato sentí una inmensa pena (porque está aquí) y a la vez alegría (por verlo), y se lo dije... Me bastó saber que había estudiado en el colegio para sentirlo parte de mi, de mi familia... Me agaché hacia él, le acerqué mi agenda y le pedí que anotara su nombre y su Promo, y le pedí que me buscara el siguiente martes para hablar... No sé si irá, no lo sé, pero al menos espero que sepa que aquí estaré para seguir acompañándolo, para acogerlo y hacerle sentir que para mi es muy valioso, que lo aprecio más allá de sus actos... como lo haría Jesús... Uno de sus compañeros de infortunio me dijo que si él podía también anotarse, pero le dije que en realidad estábamos ahí por todos ellos. 
        Señor Jesús, un ex alumno más en el Penal, un joven que tuve en las aulas y a quien no pude ayudar, a quien no pude entender o percibir las señales de su caída. Quiero hacer algo por él, pero solo no puedo, necesito organizar a los otros ex alumnos, a los que están bien o medianamente bien, para que sean ellos quienes se solidaricen con sus hermanos...



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