Llamados a ascender a las alturas de nuestra condición humana. |
Hoy en el Penal de
Lurigancho tratamos el tema "EL DESPERTAR ESPIRITUAL" dentro del
Taller de Conciencia y Sanación Emocional. El objetivo era que los
hermanos internos entiendan que la cárcel podría ser una oportunidad para
lograr lo que muchos no logran en la vida: DESPERTAR.
El
tema fue dado por un hermano agente pastoral que es interno. Él nos habló
desde su propia experiencia en prisión, en la que lleva más de doce años; pero
él ha sabido "sacarle la vuelta" a "la cana" y ha logrado
ser un hombre plenamente integrado y libre.
Fui
uno más de los oyentes y debo confesar que me sentí cuestionado pues a
pesar de que no estoy en prisión vivo muchas veces encarcelado en prisiones
internas. Creo firmemente que el Señor me ha llevado a prisión (aunque
sea pastoralmente) para que aprenda en la vida de esos hermanos a buscar ser
Libre!!!
Después
del compartir del tema en el que se mezclaron historias personales, historias
narradas (El águila, La palmera, etc.) y preguntas, nos dirigimos a los grupos
para el compartir personalizado que es la parte en la que cada uno en libertad
comparte desde sus propias experiencias. Es un momento de mucha riqueza y
hoy me sentí uno más, un hombre en busca de herramientas para superar miedos,
ansiedades, inseguridades... También intenté compartir desde mis vivencias,
pero reconozco que fui yo el más beneficiado.
En
el grupo que hoy me tocó encontré un joven, o mejor dicho él fue quien me
encontró, que me reconoció como profesor suyo en el colegio. Después
pudimos hablar un poco y me manifestó que le enseñé en primer año en el 2005
más o menos. Hoy tiene 18 años y está por robo agravado. Parece un
niño con su mirada inocente lo cual me revela que hay esperanzas para que pueda
salir de ese submundo en el que vivió y vive... y yo preocupado por pequeñeces
y ahogándome en un vaso de agua... estos sí que son problemas reales y que
merecen ser atendidos.
Aquí también puede llegar la LUZ... |
Después nos fuimos con la
hermana María Schuh y un colaborador a "La lata", que es el lugar a
donde llegan los "nuevos". Para poder entrar y llevar nuestro
mensaje tuvimos que buscar al policía encargado quien se encontraba viendo un
partido de fútbol en el auditorio; entramos con la hermana y esperamos junto al
policía a que llegue el descanso de medio tiempo. Luego regresamos a la
lata y entramos.
Habían 20 nuevos internos de
diferentes edades. Nos presentamos, les dimos nuestro mensaje que se
resume en manifestarles que nosotros creemos en ellos, en su capacidad de ser
mejores personas y que el mundo los necesita ya que nadie hará lo que ellos
tienen que hacer. Les mostramos los servicios que pueden encontrar en
Capellanía. Les dimos unos recipientes y tenedores de plástico para que
coman con dignidad. Les animamos a darse ellos mismos una oportunidad
para ser mejores personas, para que dejen salir la luz interior que ellos
poseen, pero que no se ve porque nadie les ha enseñado que la poseen.
Manos de Cristo, manos de hermanos. |
Luego vino el almuerzo
en el comedor de Capellanía que es un espacio fraterno donde en medio de la
comida seguimos el compartir de lo vivido y experimentado con nuestros
hermanos.
Y
llega la hora de mi salida (1:35) como si fuera la salida del colegio. Me
despido de mis hermanos agentes pastorales y salgo del Penal con la alegría
interior de haber compartido con mis hermanos y con el gran deseo de ser algo
como muchos de ellos que a pesar de estar en prisión son hombres plenamente
libres. Bueno, algún día será. Algún día aprenderé. Sea Dios alabado por
siempre!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario