Curiosamente este año se unen estas dos fiestas de la cristiandad: La maternidad divina de María (siempre el 01 de enero) y la Epifanía del Señor (fiesta movible que este 2011 se celebró el 02 de enero, hoy).
En el fondo creo que esta unión es providencial ya que en ambas el que es presentado o se manifiesta es Jesús. Pero, ¿Que es lo que se manifiesta de Jesús? Él, como todo ser humano (es Dios y Hombre) posee un YO profundo, una esencia que es buena y en la que reside todo lo bueno: sabiduría, amor, compasión, amabilidad, confianza, etc. La diferencia con la gran mayoría de nosotros es que Jesús vive siempre desde su YO profundo (aunque esto no le impide compartir nuestras realidades, como lo vemos expresado en la Cruz, cuando exclama "¡Dios mio, Dios mio!, ¿Por qué me has abandonado?), mientras que nosotros nos relacionamos con los demás a través de las subpersonalidades que hemos ido aprendiendo desde nuestra infancia.
María nos presenta a Jesús en su esencia, nos lo muestra como luz que ilumina nuestras vidas. Jesús, se muestra tal y como es; Él es pura luz por donde se le mire. El quiere que, a ejemplo suyo, seamos luz para los demás.
Los Reyes magos adoran en él esa esencia; reconocen ya en Él esa luz que se irradia desde dentro y que ellos han experimentado en sus vidas; es esa misma luz la que los ha traído y que al ser encontrada se fusiona con ellos en ese encuentro con quien es la Luz del mundo.
Que estas dos fiestas nos comprometan a ser luz del mundo como Él, especialmente en nuestros hogares, en el barrio, en nuestras comunidades, n el trabajo, en todas partes donde nos toque estar.
Les comparto un muy interesante artículo que encontré y que esta en esta línea de ser luz para los demás, de dejar que esta luz que hay en nosotros salga e ilumine a todos. Les remito a esa página a traves de un link:
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